ROTOS

Rodrigo Javier Martínez, 13-02-2018
Estamos destruidos, quebrados, desesperanzados.
Analizar el partido es, quizás, hacerse tres preguntas.
¿Vale la pena armar un modelo de juego que no tenga en cuenta las virtudes o falencias rivales?
¿Se puede creer en un sistema de juego sin tener en cuenta a los nombres que lo interpretan?
¿Es el momento de probar esquemas innovadores?
Obviamente que todas las preguntas recaen sobre el cuerpo técnico, pero no desde la critica destructiva, sino mas bien desde la ignorancia. Faltó ligar, pero faltó ver que los laterales de Vélez quedaron expuestos contra lo mejor que tenía Patronato, faltó ver que no podes dejarle el medio a un tipo de 33 años solamente, faltó ver que los extremos no pueden jugar a pierna cambiada, faltaron ver muchas cosas.
Nadie es tan necio de saber que solo pasaron 3 partidos y no podemos desconocer el perfil de un club que siempre respetó los trabajo de los técnicos, pero también hay que saber que la necesidad tiene cara de hereje, y bien claro lo dejo la gente en el partido del sábado. Desde mi lado yo no pido la cabeza de Heinze, de hecho, aplaudí su contratación, pero algo quedó claro, el hincha perdió la paciencia.
Y quien no la perdió es el técnico que, desde su lugar, declara que el sistema no se toca, por ende, ¿será momento de cambiar los actores? ¿hay material para hacerlo?
Hoy, al malestar manifiesto del hincha, se suma la desesperanza, la absoluta certeza que Vélez no va a poder depender de si mismo, sino que dependerá del no milagro de Arsenal, del derrotero de Temperley, de la perdida de la tradición peleadora de descensos de Olimpo y de la muerte anticipada de Chacarita. No queda otra que rezar porque los demás no saquen la cabeza de abajo del agua, no queda otra que depender de otros, porque nosotros, estamos rotos.
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