UNA SEMANA PARA EL OLVIDO

Rodrigo Javier Martínez, 18-03-2014
Luego de la gran levantada contra el Pirata la gente se habia ilusionado. Enmarcado tras los goles de Mauro, el despliegue de Romero, el alma de Pratto, las seguras manos de Sosa y una defensa firme, el pueblo velezano bancaba la decisión de ir a la altura de la Paz y soñaba con una victoria en Rafaela que lo acerque al puntero sabalero.
Pero la realidad le dio una dura cachetada a la ilusión y la semana fue dura desde el principio.
Sostenido por la gran actuación de Aguerre, la firmeza de Cardozo, el despliegue de Desabato y las corajudas incursiones de Correa, los pibes bancaban la parada ante un equipo boliviano que aprovechaba la banda de Piovi y las pelotas paradas. Vélez la guapeo en la inhumana altura de la Paz hasta que el arbitro chileno cobró un penal existente amparado por el movimiento dudoso de la pierna de Aguerre y la localía copera. A partir de ahí no hubo partido. El Fortín sostuvo con hidalguía un resultado que pudo ser mas abultado pero que terminó en un 2-0 digno que no reviste análisis en virtud del marco natural y físico de un lugar solo para valientes.
Con fuerzas renovadas y pocos días despues el plantel de Vélez esperaba la decisión de Pitana sobre lo viable de jugar el partido en una Rafaela pasada por agua. La necesidad heréjica del calendario de la AFA y la lógica de Pitana le dieron el OK al partido y con el rodar de la pelota vimos un nuevo capítulo de una novela ya conocida. Un Vélez dominador que fue sometido al azar del destino y a sus propios errores. Cubero le sirvió la definición a un Albertengo que pide Europa antes de los 15 minutos del primer tiempo y veinte minutos despues calculaba mal para dejar mano a mano a Vera para poner el 2-0. En el medio de todo eso Vélez hacia figura al arquero Conde y sumergía a Mauro en su propia impotencia. Tal fue la crueldad de la Diosa Fortuna en su guiño irónico que cuando Papa piso el area para poner el 2-1 y encaminar una posible levantada, el palo le negó el gol al lateral y arrancó una contra que termino en un 3-0 con golazo. Pratto, mas eficiente que Mauro de cara al arco, decoró el 3-1 final tras chocar una y otra vez con el arquero local y contra la propia impotencia de un Vélez que cuando no la mete sufre demasiado su propio desequilibrio.
Fue una semana dura, para un equipo que es demasiado generoso, pero el fútbol no perdona ni premia a los generosos y esta semana fue puro castigo.
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