Ni el cambio de año, ni el nuevo cuerpo técnico, ni las incorporaciones. Nada hasta ahora ha cambiado la cara de este Velez que ante el primer golpe cae noqueado, ni aunque el rival se trate del débil Sarmiento de Junín, que en la primera fecha del deforme torneo de Primera División venció a nuestro querido Fortín por 1 a 0.
Como en cada comienzo de campeonato, las ilusiones se renuevan, aunque sea por un rato. Y en el caso de Velez fue eso, un rato. Hasta que el árbitro hizo sonar su silbato y dio comienzo al partido, en realidad. Porque durante todo el primer tiempo se vio la misma imagen a la que estábamos (lamentablemente) acostumbrados: la de un equipo débil, partido, impreciso, sin sorpresas ni potencia. Y por eso fue superado por un Sarmiento que, con muy poco, logró inquietar al fondo velezano que no se vio vulnerado de no ser por el buen nivel de Lautaro Gianetti y Fabián Assmann.
Velez no encontró asociación entre la defensa y el ataque y por eso se vio obligado a recurrir al pelotazo a un pobre Mariano Pavone que debía luchar contra toda la defensa local. Algún encuentro colectivo entre Yamil Asad (basta), Fabricio Alvarenga y Hernán Toledo le dieron algo de aire al Fortín, pero no era más que un oasis en el desierto, con un mediocampo que hizo agua por todos lados y al que le ganan la espalda con demasiada facilidad, juegue quien juegue.
El ingreso de Coco Correa a los 15 minutos del segundo tiempo le dio otra cara al conjunto dirigido por Bassedas, que empezó a mostrar un poco más de peso ofensivo, logrando un disparo cruzado de Pavone que se fue rozando el poste derecho de Tripodi, más algunos buenos desbordes del incansable pero verde Toledo. Pero de nuevo, el golpe. En una jugada por derecha, una serie de pases dejó al recién ingresado Carlos Bueno, quién definió ante la salida de Assmann, marcando el único gol del encuentro. Quizás Velez estaba haciendo méritos (pocos) para poder llevarse la victoria, pero una vez más no encontró respuestas ante la adversidad, perdiendo la paciencia y sin respuesta anímica.
Tal vez la negatividad surja desde afuera, desde los tablones. Pero la realidad es que todavía no hay respuestas ante otra caida y es muy difícil seguir siendo optimistas ante una situación cada vez más complicada.
Foto: Web Oficial.
DE CARTÓN
Sebastian Jablonka, 09-02-2016
