VOLVER A SER

Sebastian Jablonka, 17-02-2016
Hay rumores que dicen que aproximadamente a las 21.30 del pasado martes por Liniers y Villa Luro se desató una ola de pellizcos que hace rato no sucedía. El dato pueden ir a chequearlo ahí bien lejos donde no da el sol, pero yo elijo creer. Y es que a esa altura de esa noche insoportablemente calurosa, en un barrio cercano donde habitan insectos con preferencias sexuales diversas (?) Pavone marcaba el 2 a 0 en tan solo nueve minutos de juego. Tal parece que hubo una réplica minutos más tarde, cuando el pibe Toledo, con una apilada burritomartinezca ampliaba la diferencia.

Pero esta historia no es de terror ni suspenso. Es una de esperanza, fe y optimismo. En su visita a la Paternal, Velez le ganó 3 a 0 a Argentinos Juniors y consiguió su segunda victoria consecutiva. Una victoria que se fue consolidando rápidamente gracias a laboriosa tarea del incansable Pavone, quien en tan solo tres minutos hizo lo que un 9 tiene que hacer y lo que se le venía negando. Primero, con una definición rasante y esquinada, tras aguantar de espaldas al arco un preciso centro de Cubero. Después, definiendo con calidad luego de una buena jugada que incluyó un pase con suerte de Asad.
Con la sorpresiva ventaja en su haber, el conjunto de Bassedas se fue armando de paciencia y de tranquilidad para lograr interesantes sociedades, especialmente entre Pavone, Correa y Toledo en ataque, y Nasuti y Amor en defensa. A su vez, se encontró con la ayuda de esa cuota de suerte que faltaba. Porque si bien la ventaja era importante, volvió a mostrar algunas falencias a la hora del retroceso, sobretodo llegando al final del primer tiempo, cuando el local tuvo varias ocaciones importantes de gol que no supo concretar.

Cuando parecía que en el comienzo del segundo tiempo Argentinos salía a apretar para buscar el descuento, lo dicho: después de una buena circulación de pelota, esta le cae al pibe Toledo, quien dejó en el camino a tres rivales y definió con calidad ante la salida del arquero. Argentinos sufrió el golpe y el partido se jugó al ritmo que quería Velez. Se afianzó la figura de Somoza (mucho más criterioso y mejor parado en cancha), la defensa pasó menos sobresaltos, salió Asad (de una insostenible titularidad), y los ingresos de Cáceres, Desábato y Alvarenga le dieron frescura al equipo.

Así, después de mucho tiempo, el Fortín se llevó su segunda victoria al hilo, que lo deja mejor parado de cara al primer encuentro realmente serio del campeonato, cuando el próximo sábado se enfrente al fuerte San Lorenzo de Guede. Todavía hay muchas cosas en el debe que tienen que ser mejoradas y otras que cambiar. Mientras tanto, por lo menos un rato, en Liniers y Villa Luro, con moretones en los brazos, se respira tranquilidad.

Fotos: Web oficial.