EL EQUIPO DE BASSEDAS

Sebastian Jablonka, 04-04-2016
Esta nota, al igual que las anteriores, estaba destinada a analizar los por qués de la dolorosa derrota frente a Godoy Cruz por 4-1. Pero volviendo de la cancha y escuchando una radio partidaria, surgió un comentario de un hincha pidiendo por Caruso Lombardi. Eso me tocó el amor propio y es por ello que siento la necesidad, casi a modo de catarsis, de salir en defensa de Christian Bassedas.

Lo creo así porque me siento representado por el tipo más ganador en la historia del club. Tal vez porque es del riñón, algo que muchos pedían de un DT después de la salida de Russo, y que ahora olvidan.

Por supuesto que no voy a negar que tiene errores, que su inexperiencia en el puesto lo lleva a tomar decisiones equivocadas, que a veces los cambios no le salen, que algunos jugadores no deberían conservar su titularidad, etc. ¿Pero qué puede hacer un tipo que pierde a toda su delantera en excelente nivel, se le lesiona el 10 a los 35 minutos del primer tiempo y en el banco no tiene jugadores de relevancia?

Memoria selectiva la de algunos, que parecen olvidar que finalizado el primer tiempo el equipo fue despedido con aplausos por todo el estadio. La inexperiencia de algunos, la fragilidad emocional grupal que todavía viene de arrastre y que no terminó de sanar, la tremenda eficacia del rival (puntero del torneo, otro caso de memoria selectiva) y la falta de recambio llevaron a que en 45 minutos nos transformemos en un equipo indefectiblemente destinado al descenso. Así, sin grises. No importa si hasta el empate Godoy Cruz no había pateado nunca al arco. Un equipo con una de las mejores delanteras del campeonato no habia inquietado el arco de Aguerre y consiguió dar vuelta el marcador con un pelotazo de otro partido y otro gol en el momento en el que Velez había reaccionado (desconciertos defensivos mediante). Pero con un 1-4 es muy difícil pedir paciencia y confianza, es entendible.

Este equipo ha demostrado sobreponerse a adversidades complicadas y a falta de fútbol ha sabido dar muestras de carácter. Y eso no sale por arte de magia. Lo que viene es una pruba de fuego: enfrentar al mejor equipo de los últimos años en su cancha. Será durísimo, pero con Christian Bassedas en el banco, la esperanza está intacta.

Foto: Web oficial.
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