CON GUSTO A POCO

Rodrigo Javier Martínez, 24-03-2014
Si hay un denominador común en cada partido que Vélez no gana es esa sensación de saber que nunca vas a morir dejando una imagen mezquina o incoherente con una linea de juego que se muestra partido a partido.
Más alla del cantito de "equipo chico" y las dos lineas de 4 que despues fueron casi dos de 5, uno no puede no validar planteos sin quebrarlos. Si Estudiantes planteó fricción, pelotazos y especulación, Velez debió haber hecho algo para evitar esa mano y en eso fallo Vélez el primer tiempo, por virtudes ajenas y errores propios. El medio en su totalidad tuvo un rendimiento pobrísimo y la falta de pericia para definir tuvo otro capítulo más en esta nueva etapa del Turu. El primer tiempo Estudiantes tuvo una sola jugada y le dió la pelota a un Vélez que tuvo problemas para administrarla.
El segundo tiempo fue distinto, desde la concepción y desde el resultado. Con otro error de Cubero, Vélez debió salir de su letargo y con las mismas falencias, y gracias al retroceso del visitante, fue en busca de un empate que llegó tarde y gracias a un bombazo de un Correa que pide titularidad a gritos.
Con pocos minutos Vélez lo tuvo nuevamente y pudo haberlo ganado, cuando debió empatarlo antes pero no pudo porque el arquero pincha o el travesaño le dijeron que no.
Vélez no merecia perderlo ni tampoco empatarlo.
Vélez hoy merece pero la Diosa Fortuna se mofa de sus virtudes y de su coraje.
En algún momento Vélez debe ligar y en ese momento Vélez no sufrirá, pero también deberá corregir errores y levantar rendimientos, porque el merecimiento no es solo ligar.
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