El título de la nota sonará inconformista pero en su visita a Banfield, el Fortín se llevó solo un punto. Con la confianza en alza después de una seguidillas de buenos resultados se esperaba un poco más que lo conseguido en el Sur del Conurbano Bonaerense. En parte por el resultado ante un equipo que viene en el fondo de la tabla y en parte por el pobre desempeño futbolístico que se vio durante los 90 minutos.
Durante casi todo el transcurso del partido fue el local el que tomó la iniciativa y demostró estar mejor parado en el campo. Con Erviti como eje y con Silva como amenaza, el elenco de Falcioni se las arregló para inquietar la defensa fortinera. Velez se hizo fuerte en ese rubro gracias a la sólida labor de Nasuti y Gianetti, más el sacrificio de Desábato y Tripicchio.
En ataque, sin embargo, Velez fue un desconcierto. El ingreso de Alvarenga por Romero no le dio vértigo a la banda derecha, Toledo no pudo demostrar su velocidad y Pavone estuvo demasiado aislado de la pelota. Solo una jugada al minuto del segundo tiempo puso en peligro el arco de Hilario Navarro.
La segunda mitad fue toda de Banfield. El local fue más incisivo y más aún a partir de la expulsión de Perez. Sin cambios, y como contra River, el planteo velezano consistió en aguantar el empate. Velez sacó a relucir su amor propio y con las figuras de Aguerre y Yordan en el arco, pudo aguantar el 0, amenazado en varias oportunidades por Silva y Simeone.
Por cómo se desarrolló el partido, el punto tiene un mejor sabor. Banfield fue un rival más duro que lo que sus números aparentaban y el Fortín volvió a mantener el arco invicto. Sin embargo, la previa indicaba otra cosa. Velez erró desde el planteo y volvió a sufrir la poca potencia ofensiva que lo acompañó durante buena parte del campeonato. El sábado frente a Patronato deberá volver a hacerse fuerte en Liniers para demostrar que el empate no fue en vano.
Fotos: Web oficial.