Siempre tengo la misma disyuntiva en estos momento aciagos, en estas crisis existenciales. ¿Escribir en caliente o más tranquilo alejado de la bomba que explota?. Esta vez no fui pasional y pensé que camino tomar. Decidí escribir, no en caliente o esperando, sino que decidí opinar con el "Diario de Yrigoyen". Pensé que lo mejor era armar esta columna sabiendo como iba a terminar lo que empezó el sábado a la tardecita cuando Rac*ing decidía darnos el golpe de gracia.
Pero antes que nada, y que todo, con este bendito diario escrito, nos agarramos de los titulares para expresar nuestro profundo apoyo a Christian Bassedas. Más allá del paso en falso o de los aciertos, su legado de ídolo histórico no será manchado. Christian fue, es y será un ícono de nuestra historia y su conferencia de prensa, emotiva en extremo, nos dejó una enseñanza, desde su humildad y amor al club, sus primeras declaraciones fueron: "Vélez está por sobre todo y todos". Más allá del momento Bassedas logró ver lo que otros no ven y a pesar de sus fallos tácticos o su inexperiencia, puso el pecho en el momento donde las balas eran incontables. Por eso y por todo lo que dejó, Gracias Christian.
Pero volviendo al diario del lunes, empiezo por la parte deportiva y me encuentro en el lugar común de buscar una explicación a semejante papelón y no puedo dar con certeza con una razón que explique semejante derrota. En realidad podría explicarla partiendo desde la mirada positiva y resaltando que los únicos jugadores que pueden superar un puntaje de 4 puntos son Grillo, de dudosa disciplina, y Caseres, de semana compleja por su exposición al mundo de botineras. Seguir metiendo el dedo en la llaga, para que salga pus, y buscarle la lógica a tres volantes centrales, o la falta de un nexo, pierde sentido cuando un equipo negocia su actitud regalando un partido desde el minuto inicial. Pocos aprobaron esta materia y es algo que el futuro técnico deberá afianzar en este plantel, la absoluta certeza de dejar todo en cada partido.
Sin un gramo de alma, paso a policiales, y me encuentro con la debacle, la paciencia se agotó y del "en las buenas y en las malas" pasamos al "peligro de hall". ¿Era necesario? Uno puede justificar el enojo, la silbatina, quizás hasta apuntalarla desde lo conceptual en buscar ese simbronazo que tantos necesitan para despertarse de la pereza. ¿Pero enfrentarse con la policía? ¿Exponer las instalaciones del club? ¿Arriesgarnos a una suspensión del estadio cuando mas que nunca necesitamos nuestra localía?. No entiendo esa necesidad imperiosa de correr en la dirección contraria en el momento equivocado. Uno puede entenderlo de una dirigencia perdida pero no de la gente que tiene que sostener al club en este momento sombrío.
Después, ya con el corazón en la mano, paso a la parte de variedades y ahí te enteras de todo y te doblegas ante tanta cruda realidad. Caruso Lombardi se postula, arden las redes sociales, Gámez se dice y se desdice, determinan el interinato de Fanesi y Moriggi, las radios partidarias entran en estado de ebullición permanente, alguna parte de la oposición deja de lado el reparto de fixtures en la entrada y elabora una carta al pueblo fortinero despertando de su letargo, empieza la venta de humo y los nombres de reemplazantes para Bassedas son un centenar, la Conmebol publica su ranking para meter por la ventana a River y Boca a la Copa y nos vemos décimos, amenazan con suspender el estadio, la tabla del promedio se publica como pan caliente, corre tanta agua por debajo del puente que uno se pregunta cuando va a parar la tormenta.
Vélez dejó de ser Vélez, ha perdido su identidad, el legado de Don Pepe de sacrificio y trabajo se transformó en desunión y separación. Demasiados egos, demasiada soberbia. Uno puede entender los errores, uno puede comprender el fallo, pero no puede tolerar la grieta. Vélez necesita volver a la unión de finales de los 80 y 90 y cambiar la dirección en pos de levantarse de la lona.
El camino que recorramos, al abismo o a un horizonte más grato, lo tenemos que recorrer unidos, morir de pie o salir airosos todos juntos, dejando de lado diferencias y orgullos, volviendo a las bases, las que Don Pepe nos enseñó, levantando un monstruo en un pantano o sosteniendo al club al borde de la desaparición con el descenso del 40, honrando el esfuerzo de los que están y los que ya se fueron pero dejaron todo por este club. Sólo de esa manera, vamos a poder salir adelante, con el técnico que sea o con los jugadores que haya. Porque lo dijo Christian es cierto, Vélez está sobre todo y todos.
Foto: Web oficial
CON EL DIARIO DEL LUNES
Rodrigo Javier Martínez, 28-09-2016
