No hay fondo, no hay horizontes, no hay unión, no queda esperanzas, no queda fe. El panorama es desalentador, sombrío. No hay respuestas en los jugadores, el primer golpe, es de KO, sea una bofetada de niña o un gancho a la sien. No hay respuesta del banco donde el cuerpo técnico amenaza con cometer los mismos vicios de los anteriores cambiando de banda a un volante o intentando con un solo delantero como referencia. No hay respuesta de una dirigencia que, soberbia, reconoce ser lo suficientemente pedante como para cometer los mismos errores que nos llevaron a esta lenta agonía en vez de generar un ambiente de paz y calma poniendo la otra mejilla. No hay respuestas en una oposición ausente que, hoy por hoy, se basa en lo mediático y no en lo político. No hay respuestas en la gente, ya que los contras se lavan las manos al mejor estilo Ramón y los pro no se someten a la crítica de esta actualidad, dejando de lado la unión que necesitamos. No hay respuestas, no hay paz, no tenemos nada.
En esa oscuridad está Vélez, donde todo es más difícil, donde todo parece imposible. Porque en un partido complejo, donde se lo peleaba de igual a igual, y quizás hasta con alguna buena intención, en la primera de cambio, donde los locales se acercaron con timidez, Gianetti cometió un penal increíblemente amateur. El mismo Gianetti figura del torneo pasado, el mismo Gianetti que se fue a los Juegos Olímpicos y que nosotros nos quejábamos por su falta de pretemporada, el mismo Gianetti al que pedíamos por Nasuti, el mismo Gianetti que en el segundo gol se quedó estacado a pesar de lo ridículo del accionar arbitral. Como verán, y sin caerle con vehemencia al joven central, Vélez es un corso a contramano, donde todo lo que tenía cierto grado de dignidad se corrompe al punto tal del caer en desgracia.
A partir del gol sanjuanino Vélez perdió todos los rumbos. Sigue sin profundidad, sin fútbol y no logra crear una sólida línea defensiva que le permita, al menos, pelear ese punto que le permita sumar. Entiendo que los jugadores son conscientes de la situación, al menos en las declaraciones, pero es vital que la falta de buena fortuna se respalde con temple, que este equipo, hoy roto anímicamente, venda cara la derrota y no baje los brazos con tanta facilidad. Necesitamos limpiar la cabeza, fortalecer el alma pero parece más fácil encontrar agua en el desierto que luchar por una actitud positiva.
El próximo rival es de fuste, Defensa y Justicia, de buenas intenciones, será un partido clave en nuestras intenciones y con alta carga emotiva por la presencia de un ex que tanto dió que hablar. Con este presente de Vélez y estos condimentos, no es sólo el club de Varela, es el Halcón, el Barcelona, la caja de Pandora y los siete jinetes del Apocalipsis los que tendremos que enfrentar. Porque para este Vélez todo es utopía, todo es negro, todo es senderos inaccesibles.
En Vélez buscas y no hay nada, solo resta invocar a los Dioses, un milagro, o apelar a la dignidad de todos, porque Vélez está por sobre todo y todos. En medio de tantas sombras, solo pedimos la luz de una vela para volver a tener fe.
NADA
Rodrigo Javier Martínez, 08-11-2016
