VIVIENDO EN EL ERROR

Rodrigo Javier Martínez, 10-04-2017
Vélez es un completo desconcierto, vive de y para el error continuo, no solo dentro de la cancha, sino también afuera.

Partiendo de una dirigencia que tira fuegos artificiales y papelitos peleando el descenso para llegar a un equipo apático, sin alma, sin corazón, sin sangre que no tiene un norte, la gente soportó una noche miserable entre la lluvia y la desesperanza.

No se que pensará el hincha medio fortinero, pero yo llegué a la cancha con la absoluta seguridad que EL partido de Vélez se juega el próximo sábado en Bahía Blanca, pero la tentación de ilusionarse ante tanto resultado a favor de los rivales directos me envalentonó y quizás hasta me dejó soñar. Quizás la forma de perder es la que duele y hace que cambie el foco de las prioridades, porque si hay algo que no le gusta a Boca es venir a jugar al Amalfitani donde, este Vélez como este, siempre complica al equipo de la Ribera. Pero en el partido de ayer no hubo ni que pelearla, Boca ganó cómodo, caminando, ni siquiera se dió el lujo de pasarnos por arriba, solo paso para ganar el partido con absoluta justicia, sin despeinarse. Y lo que duele es eso, otro error, de nuestra parte, de pensar que estamos a la altura del puntero y no estamos ni siquiera cerca de los tobillos.
Otro error continuo es pensar que tenemos algo para plantear un partido o dar pelea. De Felippe ha mostrado errores, principalmente, confiando en jugadores que no han rendido, generalmente los grandes. Este ultimo partido dejo en evidencia que varios de ellos ya tuvieron oportunidades de sobra. Assman que ni siquiera deja ilusionarte con su falta de valentía y coraje. Nasuti expuesto a un juego que es mas rápido de lo que el puede dar. Caire totalmente desorientado. Desábato siempre fuera de lugar (aunque mejoró en el segundo tiempo). Diaz... Diaz... que decir de Diaz y ni hablar del irresponsable de Canteros. Vélez es largo, las transiciones de ataque a defensa son lentas y desordenadas, la defensa no ocupa bien los espacios, el medio sufre la lentitud de los que atacan. En fin, Vélez es un error conceptual en su todo, un 100% de caos.
Y aunque parezca repetitivo, Vélez hoy paga un error básico y vital, el de no haberse reforzado como Dios manda. Hoy no tenemos mediocampistas centrales, no tenemos arqueros, la diferencia de edad y experiencia entre los defensores centrales es abismal creando un vacío difícil de llenar, no tenemos mediocampistas que hagan la banda con oficio, por mas voluntad que le ponga el pibe Delgadillo (quien ya merece titularidad solo por carácter). Hoy pagamos la falta de visión de una dirigencia que pecó de confiada, o de soberbia. Cualquiera sea la razón que esgriman, será un error rotundo.

El único acertado fue el publico. Alentó bajo la lluvia con una voluntad de acero y repudió la actuación con un silbido llano y honesto. Algún aplauso perdido para Canteros (rozando el ridículo) y alguna ofrenda casi "ritual" o de tinte Aguante para el final ante los brazos levantados de los jugadores, pero el repudio fue unánime sin dudas. Y el sentimiento en la cancha fue igual de unánime, nadie puede decirle nada a este publico que está, casi, pecando de naif ante semejante presente.

Comienza el verdadero torneo para Vélez. Once fechas en el barro, en la mierda de la tabla brava a la que fuimos arrastrados. Una batalla que Vélez deberá enfrentar con lo poco que tiene, pero la que no debe pelear sin alma o corazón, está obligado a vender cara la derrota con su sangre y su vergüenza deportiva.

El sábado en Bahía: Ganen o no vuelvan.
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