Asco, repulsión, indignación, vergüenza. Eso y muchas cosas aberrantes me generó la derrota de Vélez el lunes.
Uno puede perder, siempre se puede perder, ante rivales superiores en talento o en capacidad estratégica y técnica y somos conscientes de eso porque tenemos poco. Nos puede superar cualquier equipo que deje todo en la cancha, por necesidad o simplemente por orgullo. Pero no puedo tolerar, que nuestra escuadra, sea superada por no poner nada, por trotar la cancha, por sobrar un partido o ¿acaso este Vélez se puede dar el lujo de ser complaciente? No quiero pensar que hubo miedo ante un rival que había ganado solo dos partidos, o quizás el temor supera la situación y pesan las piernas, pero son profesionales, miedo se le tiene a perder la salud no a un partido de futbol, por eso insisto en la actitud, en perder un partido de nueve puntos maniatado en la voluntad desde el minuto 1. VERGÜENZA deberían tener estos jugadores de una derrota indigna, de carácter pusilánime donde no se salva nadie. Desde el arquero, que no te saca una pelota de gol, hasta el 9. Y dejo en la misma bolsa al esfuerzo de Pavone y Grillo, o a los intentos de Martínez, porque no tolero esta derrota, no la entiendo, no puedo buscarle explicaciones a un primer tiempo horrible donde Vélez no se hizo cargo de nada y solo camino la cancha. ¿Saben estos muchachos que nos estamos jugando la ropa? ¿Tanto se relajaron por dos victorias y un segundo tiempo digno ante Lanus? VERGÜENZA señores, porque estoy harto de los papelones, de las calamidades, de las humillaciones. CANSADO de revivir muertos, de ver como los más débiles rearman sus fuerzas ante nosotros, en la cancha que sea y en las condiciones que se les ocurra. PODRIDO de las decepciones y de los fracasos, de levantarse y volver a caminar armando la coraza de fe y esperanza para que un grupo de eunucos de coraje nos peguen en la cara una y otra vez sin piedad ni misericordia.
Analizar el partido me aterra, revivir un primer tiempo digno de dos equipos de ascenso es un tormento. Pensar que a la única persona que había que marcar de Belgrano fue el que nos hizo el primer gol, pensar que el primer contragolpe termina en gol, pensar en la falta de movilidad, en la falta de ideas, en la falta de aura, pensar en que Vélez no pateó al arco en 85 minutos ante el ultimo y en un partido clave para nuestra historia es simplemente una tortura, algo que no merezco ni merece ninguno de los hinchas velezanos que estamos viviendo esto como un calvario, porque ni dos semanas de paz podemos tener sin sufrir un golpe nuevo que nos pone de rodillas.
Señores: Esto es Vélez... el lunes ganen o ganen, no hay otro resultado posible que nos saque el asco de este momento. JUGADORES, DIRIGENCIA, no olviden el legado de estos colores.
BASTA
Rodrigo Javier Martínez, 10-05-2017
