CON EL PIE DERECHO

Sebastian Jablonka, 02-02-2018
Como adolescente que pasa el verano estudiando para salvar el año, el Mundo Velez transitó este descanso estival entre incertidumbre y ansiedad. La rápida llegada de refuerzos, las buenas referencias que arrastra Heinze tras su paso por Argentinos Juniors y la vuelta de Mauro Zárate como ancho de espadas y de bastos le dieron, sin embargo, respiro y optimismo a un equipo que necesita imperiosamente salir de la zona baja.

El camino no es sencillo. Un Defensa y Justicia que juega bien y está armado como primer escollo. Chacarita y Patronato, rivales directos, los dos siguientes. Y como nada es perfecto, el transfer de Mauro no llega.

Durante el primer tiempo en Florencio Varela se pudo ver algo de lo que se esperaba del equipo de Heinze: presión alta, juego asociado, pases cortos sin dividir la pelota. Aun así, sin Zarate, Mainero y Salinas, el Fortín evidenció falta de peso ofensivo y el partido se tornó chato. Sin embargo, en una de sus subidas hacia campo rival, De La Fuente fue derribado dentro del área y el paraguayo Amarilla, reivindicándose tras su frustado partido en Lanús, transformó el penal en gol.

Y si pensábamos que la ventaja iba a traer tranquilidad en el segundo tiempo, nos encontramos con el Velez versión 2015-2017, pero con dos salvedades: La suerte (o la falta de puntería del Halcón) y a Rigamonti en el arco velezano. El ex-golero de Quilmes demostró por qué se había ganado su puesto, respondiendo con seguridad y destreza cuanta pelota cayera cerca. Defensa se hizo dueño del partido y con muchos recursos puso varias veces al Fortín contra las cuerdas. Recién con el ingreso de Salinas y la expulsión de Kaprof el asedio disminuyó.

Velez se llevó tres puntos de oro de una cancha complicada para la mayoría de los equipos. Velez ganó un partido que hace 2 meses era fija que perdía. Que el lunes en San Martín nos encuentre con otra alegría. Hay que pasar de año.

Foto: Web Oficial.
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