Después de mucho tiempo debo reconocer que vi un partido de Vélez sin sufrir. Como ustedes saben soy de los que les gusta transmitir sensaciones, porque de fútbol se poco y porque no soy periodista, entonces nuestra opinión se basa en sentimientos, y lo que sentí el viernes pasado es que Vélez fue un justo ganador y que a la hora de llevar el partido no tuvo fisuras o desacoples. No sufrimos, no estuvimos al borde del colapso nervioso, simplemente ganamos y eso es muy importante de cara a lo que se viene.
¿Y porque digo que no sufrí? En primera instancia porque desde el minuto 1 Vélez se declaró protagonista del partido. Y lo plasmó con una rápida apertura del marcador a los cuatro minutos por intermedio de Robertone que tras ser asistido por Vargas puso el 1 a 0. Cabe remarcar la notable asistencia de Laso a Vargas con un pelotazo cruzado preciso y "los problemas" que tuvo el Mono para bajarla. A partir del gol Vélez mostró aplomo y dominó la pelota a su antojo ante un rival muy flojo de escasas respuestas, pero rival al fin que, en partidos pasados, podría habernos dado un terrible dolor de cabeza. El rol de protagonista activo no cedió y Vélez siguió manejando el juego hasta que a los 17 minutos del primer tiempo Bouzat quedó mano a mano, tras una orgásmica asistencia de Vargas, y definió para sentenciar el resultado final. Y digo final porque Vélez nunca pasó peligro en los 65 minutos restantes. El medio fue predominante, la defensa estuvo firme aunque los laterales fallan bastante en la marca, el arquero respondió cuando tuvo que hacerlo y arriba solo faltó un poco de puntería para convertir el 2 a 0 en goleada.
No sufrimos a pesar de no contar con Mauro de arranque (cosa que trastorna mucho al hincha), no sufrimos a pesar de enfrentar a un rival directo en la tabla brava, no sufrimos a pesar de arrancar ganando desde temprano. No sufrimos y eso, hoy por hoy, es envidiable por el pasado reciente.
Escribir poco, analizar poco, sufrir poco, es algo que el hincha de Vélez no disfrutaba hace mucho, y eso es algo que hay que valorarle a un DT cuestionado por sus actitudes e ideas, pero como la necesidad tiene cara de hereje pero también nobleza obliga, mientras se gane, no hay ideales o estrategias que valgan, solo alegria y puntos y el reconocimiento que el trabajo da resultados.
Porque lo importante es sumar, pelear Copas, no pelear el descenso, proyectarse, mejorar el balance, pero por sobre todo... lo importante es no volver a sufrir mas.