Vélez ayer jugó dos partidos y, por primera vez en mucho tiempo, la diferencia entre ambos tiempos fue el rival y no nuestro querido Fortín. En este aspecto Vélez siempre fue el mismo, buscó ser protagonista con la tenencia de la pelota y la salida constante de los pies de Gianetti, Cubero y Gimenez, pero esta vez se encontró con un rival que le planteo un partido estratégico, que se sabía en inferioridad de condiciones, por situación (poco trabajo del nuevo DT) y por presente (mala campaña). Por eso San Lorenzo presionó arriba, cortó los circuitos de juego entre los volantes centrales fortineros, insistió constantemente en salir jugando y mandó a su carta de gol, Reniero, sobre Cubero quien tuvo muchas dificultades para marcarlo. En ese marco El Ciclón mostró ser un equipo aguerrido y vertiginoso, de hecho tomo riesgos en la salida y alternó buenas y malas. Las buenas terminaron en sendas atajadas de Dominguez y las malas terminaron en contras fortineras que fueron casi siempre peligrosas. Pero Vélez, más alla del palo a palo teórico que plantearon los dirigidos por Almirón, nunca se resignó a ceder terreno y entró en ese vertigo que pedia el partido. Los de muchos barrios tuvieron acercamientos importantes, pero la más clara, aparte de un tiro de larga distancia de Gimenez, la tuvo el Guayo Almada, que tras recibir un pase de Bouzat remató con una calidad exquisita al arco de Navarro. Comba perfecta, estirada inútil pero el cínico destino puso un palo ante el tiro perfecto de Almada. Y acá abro paréntesis para preguntarme como un jugador de las características de Thiago Almada pudo permanecer en Vélez hasta este momento. Y aquí me saco el sombrero ante el futbol amateur, la familia del jugador, el jugador y la Comisión directiva, un mix que permitió que un jugador de clase internacional, crack de calibre mundial, pueda ser disfrutado por la gente de Vélez, porque por mas que quiera ser medido y tener los pies sobre la tierra, este muchacho juega a otra cosa, está en otro nivel.
Volviendo al encuentro y al segundo tiempo nos vamos a encontrar con otro Vélez, un Vélez que aprovechó un hecho determinante, un San Lorenzo parado 15 metros atrás. ¿Cansancio? ¿Decisión del Técnico?. Sea lo que sea, Vélez leyó eso y dominó brutalmente el trámite del partido generando volumen de juego y contando con innumerable situaciones de gol. Quizás haya hecho ruido la salida de Almada o la tardía entrada de un centro delantero al partido, pero la realidad es que Vélez, por eso, no dejo de dominar el partido ni altero sus planes de ser protagonista. Este humilde servidor hubiese preferido a Ramis o a Salinas mucho antes, pero quizás modificando el saliente. De cualquier manera entiendo que es una observación crítica que, en realidad, es injusta con el esfuerzo de un equipo que, mas alla de gustos, fue protagonista y mereció mejor suerte. Robertone en dos oportunidades, Vargas, Dominguez, Ramis, el gol anulado (correctamente según lo observado), son la muestra que a Vélez solo le falto la puntada final, ese llevar la pelota a la red para darnos merecidos 3 puntos que solo fueron uno y muy valorado por técnico visitante.
Es vital mantener este camino, el del conocer la idea de juego, defenderla en el campo y tratar de mejorar cada día para enfrentar lo que se viene. Afuera el Gringo dirá si quiera jugar con un nueve o con ligeritos, pero más allá de todo, nada se le puede reprochar a este grupo que de a poco nos devuelve las ilusiones de estar peleando arriba para alejarnos de la mugre y esperando que el tiro del final, que ayer no salió, empiece a salir para que Vélez vuelva al lugar que le corresponde.