DE LA NADA A LA ILUSIÓN

Cuando te obligan a aferrarte al amargo destino de ser, uno se reconforta con poco, con casi nada. ¿Pero será este presente de Velez ese "casi nada" o la fe y la esperanza deberían guiar nuestro camino? Es verdad que los rivales no ayudan a vestirse de optimista pero tambien uno puede ver que Vélez es otro. No por lujoso pero si por equilibrio. Es un Vélez que comete errores, como pudo ser el descuento de Arsenal o el posterior error de Dominguez que podría haber dado lugar al empate de la visita, pero que se lo ve más firme, o al menos, más preocupado por mantener un orden en la vuelta y en la contención de los ataques rivales. Es cierto que ayuda el compromiso defensivo de Rolón que expone menos a Cubero, o el criterio de Desábato que cubre espacios con más recupero, o el momento de Cabral que descansa en el 5 para generar un poco más y no hacer tanta agua en la marca cuando retrocede. Es cierto que Pratto suple las carencias de Nanni y se multiplica para que Correa no se pierda por izquierda y tambien es cierto que el mismo Correa ilusiona con ese tandem que arma, de a puchitos, con Cabral y Papa. Vélez no es el Vélez del semestre pasado, eso es obvio porque en dos partidos recibió un solo gol y dejó atras el insulto que fue la derrota por Copa Argentina. Vélez es un poco más equipo, con poco y apostando a juveniles. Vélez es lo que tiene y se adapta a su juventud manteniendo la intención de posesión pero pensando un poco más en el propio arco dejando de lado la vorágine de un relato que ya no le quedaba bien. El técnico mostró cintura y apuesta a un estilo de juego sin dejar de lado la pericia para no pecar de naif y sucumbir como un niño ansioso a la sorpresa de un juguete nuevo. Hoy Vélez tiene la chance de mostrarno si es un "casi nada" o si podemos ilusionarnos. En 8 días pasarán Independiente, Lanus y Boca y el "casi nada" será ilusión o el amargo destino al que nos aferramos a principio de campeonato será el faro de nuestro pesar.