SUFRIR

Alejandro Riedel, 07-11-2020
Si no se sufre, no vale, incluso en la euforía y en las confusiones ajenas ni para sustos ganamos, pero seguimos adelante y eso es lo más importante.

Si hay un denominador común en estos 3 partidos de la Longanizeta es que no puedo entender los planteos del DT, o mejor dicho, cual es su estrategia. ¿Realmente 3 de nuestros 4 mejores jugadores no están al 100%? ¿O el Flaco se siente cómodo guerreando los inicios para después tirar toda la carne al asador? Lo cierto es que cuando veías el 11 inicial, ayer tipo 21.00hs, como mínimo, fruncias el ceño tratando de encontrar cada jugador en el campo de juego, al menos en el ejercicio de entender como nos íbamos a parar. Afortunado sea el que lo entendió, pero lo que se vio en el campo fue un capitulo mas de “Regalamos un tiempo” o la incógnita de no saber cual es al plan de Pellegrino.

Indescifrable o no el planteo sirvió para mostrarle a Peñarol que la ida iba a ser distinta que la vuelta. Casi todo el campo ocupado, despliegue para duplicar las marcas y una presión aguerrida a partir de ¾ de cancha, pero el equipo quedó largo y fue sumamente impreciso. El cero se cuidó pero pudo, Peñarol, habernos puesto en aprietos de arranque con algunos acercamientos locales. El correr de los minutos acomodó a Vélez y acható el partido llevandolo a la pelea y la disputa constante sin poder Vélez lograr precisión. Gago, principal victima de esta imprecisión, no tenia primer pase y le costaba encontrar juego asociando en un Lucero que no podía sostener la pelota arriba y en dos extremos que, muy pocos claros, se ocupaban mas de la banda que de generar riesgo. El primer tiempo termino sin remates al arco y con la sensación que los penales, de no ocurrir ninguna desgracia, serían el desenlace final.

El inicio del complemento nos regalo el primer cambio. El ingreso de Centurión por De La Fuente, otra vez, hizo que Peñarol tome mas recaudos de los que había tomado y Gago encontró un segundo pie en quien confiar. Esta idea de juego asociado se termino de redonder con el ingreso de Almada que, aunque trajo algún desorden momentaneo porque se cambio de dibujo, termino de preocupar al conjunto uruguayo quien termino de cerrar líneas para esperar los penales. Ya con Alvarez en cancha Vélez empezó a tener una posesión menos errática y mas “peligrosa” para las intenciones locales pero El Fortín no podía hacerse protagonista y luchaba, con menos riesgo, pero seguía luchando y cuando todo parecía llevar a la pesadilla de los penales, justamente un penalcito de VAR, nos puso a un paso de la gloria, efimera, pero gloria al fin en tiempos de pandemia. Almada se hizo cargo, disputándolo con CEnturion, y lleno de convicción y carga emotiva, fusiló con clase al golero carbonero. En tiempo de descuento volvíamos a festejar, volvíamos a gritar victoria, y aunque Peñarol empató con otro penal y rodeado de cálculos y confusiones, Vélez llegaba a los octavos de final de la Copa Sudamericana.

¿Planteos? ¿Estrategias? Con el diario de Yrigoyen no valen nada, solo vale seguir adelante y soñar, aunque no sea mas que sufriendo, que un paso más podemos dar.
00489 203ef17835