¿Podría poner como excusa que la demora de nuestra reseña se basa en la enorme cantidad de sensaciones que arrastramos post partido? Yo creo que si, también hay mucho de laburar 25 horas por día, pero centrémonos en lo poético y partamos de la base que Vélez no juega a nada. Es aburrido, predecible y por momentos agobiante. ¿Cortamos la racha sin triunfos? SI. ¿Recuperamos una posición cómoda en el grupo de la Copa de la Superliga? SI. ¿Pasamos de ronda en la Sudamericana? SI. Entonces, ¿nos sometemos a los resultados o nos preocupamos? Creo que aún intento descifrar como me siento a casi una semana del partido.
Pero la realidad que en un partido chato y aburrido, Vélez logró sacar diferencia con un penal polémico y ni siquiera pudo rematar el resultado jugando con un rival que tenía 3 rivales lesionados, casi sin poder correr. No hubo sociedades, hubo poco profundidad y el equipo, en pocas ocasiones, logró superar al rival aunque, definitivamente, nunca pudo ser contundente. Con algunos puntos buenos, como Galdames y Ortega, también sorprendió la sobriedad de la zaga central, quienes, a pesar de algunos errores, redondearon una actuación aceptable. Pero Vélez, aparte de un estilo de juego poco visible, tiene puntos bajos. Los 9 no aparecen y las apariciones de nuestros diferenciales son ocasionales y escasas. Podemos mirar en el dibujo o en las intenciones, pero también hay mucho de real en que varios de nuestros anchos bravos están en muy baja performance.
Por default Vélez será superior a muchos de sus rivales, pero es urgente intentar lograr un funcionamiento y, principalmente, un once inicial con continuidad. No es poca cosa ganar después de 4 empates y con tanto que pasó en el medio (retiro de Gago), pero la realidad es que, justamente, ganar fue lo poco, porque de jugar no hubo nada.
Foto: Sitio Oficial Vélez Sarsfield.
POCO Y NADA
Rodrigo Javier Martínez, 21-11-2020
