Nunca supe cual era la de cal y cual la de arena. ¿Cuál es la buena y cual la mala? ¿Hay buenas y malas? Demasiada filosofía, por eso me quedo con haber visto la otra cara de Vélez.
La victoria ante Patronato, si victoria, dejó preocupado a más de un hincha, pero a pesar de más cambios el equipo se trajo una victoria justa pero corta de Parque de los Patricios. Tres puntos que no solo nos dejan como líderes momentáneos del grupo sino que además fue una victoria con mérito y justicia.
Pocos minutos le bastaron a Vélez para imponer condiciones. Orellano era peligroso, Almada flotaba donde más lastimaba, De la Fuente era un constante ir y venir por derecha y Tarragona, aunque muy impreciso a veces, lucho con potrero el mano a mano con Civelli. Vélez encontró, de la mano de la paciencia de Mancuello, circuitos de juego y espacios para que los picarones lastimen a Huracán, o al menos dejar en claro que el partido iba a ser del visitante.
Corrieron 28 minutos de juego para que en un córner, si de córner, Mancuello lance largo para la entrada de Janson que, de cabeza, ponía el 1 a 0. ¿De pizarrón? Déjenme pensar que la cortina de Amor es laburo entre semana.
Vélez siguió dominando pero bajo el ritmo a falta de 7 u 8 minutos de finalizar el primer tiempo. Eso hizo que Huracán aceche con algo mas de peligro pero sin profundidad, hasta que de un pelotazo frontal un error compartido entre Hoyos (para mi, todo de el), Amor y Brizuela dejó a Briasco con el arco libre para sellar el empate. Eran dos goles a favor de Vélez pero de forma casi azarosa Huracán se encontraba con el empate sobre la hora y de manera ridícula.
Fastidio, bronca, frustración, pero afortunadamente estos sentimientos duraron poco. Orellano encaró por derecha, enganchó para adentro, tiró un centro que desvió uno de los centrales locales y Jason, entrando otra vez por el fondo, habilitó de cabeza a Tarragona que, solo, arremetió al gol.
El segundo tiempo fue un poco la continuación del primero ya que, a pesar de tener a un Huracán un poco más adelantado, el equipo seguida dominando con claridad. Los cambios pensando en el martes no se sintieron y el 2 a 1 queda corto porque Vélez mereció mas. Falta de definición o carencias individuales permitieron que, en los últimos minutos, el Globito haya pensado que podía aspirar al milagro, pero la realidad que Vélez había hecho méritos para ganarlo y así fue.
La otra cara de este Vélez fue el juego, la idea y el esfuerzo, todo lo contrario a lo visto contra los entrerrianos. Pero fue el rendimiento individual, de muchos jugadores que venían muy bajos, lo que potenció el juego del equipo. De la Fuente, Brizuela, Mancuello, Almada, Janson y Orellano tuvieron actuaciones sobresalientes y desequilibrantes, es el primer partido donde cuesta elegir una figura por la gran cantidad de buenas actuaciones y donde si buscas los puntos bajos son rendimientos regulares, ni siquiera malos.
Vimos las dos caras de este Vélez, la de cal y la de arena, la buena y la mala. Pero este martes, cueste lo que cueste, sin importar la cara, este martes tenemos que ganar.
Foto: Sitio Oficial Club Atlético Vélez Sarsfield
LA OTRA CARA
Rodrigo Javier Martínez, 22-11-2020
