ROVAR

Rodrigo Javier Martínez, 09-12-2020
Lamentablemente, en Vélez, hablar de fútbol últimamente es algo inviable. Ayer el equipo dio otro paso en falso, de los tantos que viene dando en estas ultimas dos semanas y medias y, aunque el resultado fue inmerecido, la realidad es que hay que ir a Santiago a ganar por dos goles buscando una gesta heroica con un plantel que está mas cerca de quebrarse que de unirse para lograr un objetivo en común.
¿Y porque digo que cuesta hablar de fútbol? Obviamente por las cuestiones ya conocidas en el Mundo Vélez pero a todo lo ya vivido hay que sumarle un robo descarado en nuestras narices. Un gol válido anulado y una no expulsión (diente de Abram mediante) del jugador que haría el primer gol de la escuadra cruzada. ¿Hubo otros factores? Obviamente, no hay que ser tan naif de pensar que esto solo fue un ultraje, pero es importante entender que en este momento lo que menos necesitamos es que nos metan la mano en el bolsillo como lo hicieron ayer, y con VAR incluido.
Después tenemos el marco futbolistico. La vuelta de los "separados", un esquema que no termino de comprender y algunos rendimientos muy bajos. Así y todo Vélez no tuvo un mal primer tiempo, fallo en la definición y quizás ahí radico la diferencia, un caso similar a nuestro partido de ida contra Cali. Los colombianos fueron superiores, pero nosotros fuimos mas eficientes. La inseguridad de Dominguez, la falta de definición de Tarragona y las lagunas de los desequilibrantes, no terminaban de cerrar un trámite favorable donde el comienzo del Fortín era dudoso. Pero con el correr de los minutos algunos baches se aclararon y algunos rendimientos mejoraron. Mancuello se volvió mas preciso, Almada fue mas punzante, Janson entró mas en la ofensiva y Mulet era el que generaba volumen de juego haciéndose cargo de la parada. Pero no era la noche de Vélez, en una contra donde quedamos mal parados cambiamos la casi victoria por el 1 a 0 abajo. Todo mal.
El segundo tiempo dejo abierto el interrogante de como Vélez lo encararía y el panorama no fue alentador. Fuimos a buscar, quedamos mal parados (otra vez) y tras un desvió desafortunado, con otra floja reacción del arquero, el destino nos puso 2 a 0 abajo. El partido entro en declive y sobre la hora, Lucero de cabeza, le puso un halo de esperanza a una serie que está más que complicada.
Quedan 90 minutos. Todo un desafío para un plantel que se interpela a cada día y se obliga a cuestionarse en la adversidad de que madera está hecho. Una adversidad doméstica y una externa, pero adversidad al fin. En una semana seguiremos soñando o haremos un análisis profundo de toda esta locura que hemos vivido post pandemia y que se agudizo en estas ultimas dos semanas. Lo único que pido es dejar diferencias en el pasado, poner la cara por el escudo y entender que Vélez está por sobre todo.

Foto: Sitio Oficial Vélez Sarsfield
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