Que duro es ver a Vélez en un torneo llamado Complementación. Cada fecha que pasa pienso que a la siguiente será mas leve, pero siempre me amargo un poco cada vez que juega el Fortín en esta segunda fase de un campeonato atado con alambres. Pero mas allá de esta emotiva declaración siempre, firme junto al pueblo, sentado en el sillón para ver a nuestra querida escuadra.
En el mismísimo infierno de Santiago del Estero Vélez buscaba apuntalar el liderazgo de la zona ante un rival chato y sin muchas luces, y el arranque del Fortín así lo demostró. Centurión encaró lo bajaron y Ricky Alvarez cambió, con su guante zurdo, el tiro libre por gol con una pequeña ayudita, o paso en falso, del golero santiagueño. Vélez, con jerarquía, arrancaba imponiendo condiciones desde el arranque. Pero duraría poco esa sensación. Con el correr de los minutos el equipo local se afianzó y empezó a pelear el partido, quizás con poca posesión, pero no dejo llevarse por delante por un Vélez que tenía la pelota pero no era ni profundo ni incisivo. En un calor sofocante, y en un trámite muy parejo, el partido se iría al entretiempo sin pena ni gloria, solo con la salida de Centurión por una molestia en su pierna derecha.
El segundo tiempo tendría otro matiz. El equipo local se haría cargo de su desventaja y pondría a Vélez sobre las cuerdas. No solo Brizuela, Gianetti y Abram se convertirían en máquinas de despejar, sino que Hoyos sería figura estelar. Vélez, sin exagerar, habrá estado 20 minutos sin cruzar la mitad de cancha entre palos, atajadas de Lucas y despejes desesperados por mantener la valla en cero. Esta superioridad santiagueña se remarcó con la salida de Ricky Alvarez demostrando que el experimentado volante es clave en el andamiaje fortinero. Ningún cambio hizo que Vélez recuperase el dominio del trámite pero los ingresos de Ortega, Tarragona y Mancuello juntaron a 3 de los mejores 4 rendimientos de hoy en día en Vélez. Tal es así que en la única contra donde Vélez pudo salir del asedio ferroviario, Ortega remontó la banda izquierda encontrando a Tarragona de frente al arco. El 9, de excelente presente, descargó con Mancuello quien con pared dejó solo al centrodelantero, mano a mano, quien definió de manera precisa ante la salida del golero. Cuando el local merecía el segundo, antes del empate, Vélez definía el partido.
Mucho premio para tan poco fútbol, pero a veces se liga y otras veces no. Lo importante es seguir derecho por la senda de la victoria y mirar con esperanzas lo que se viene contra Lanus.
MUCHO PREMIO
Rodrigo Javier Martínez, 23-12-2020
