ARRIBA

Rodrigo Javier Martínez, 30-03-2021
Con el resultado de las elecciones puesto y la finalización del infierno que fue esta Campaña rara y cibernética, Vélez iba a Florencio Varela a revalidar su condición de puntero ante el siempre difícil Defensa y Justicia.
Lanús y su partido pendiente acechaban al enfrentar al débil Patrón, Independiente se jugaba una patriada dura con Boca en choque de candidatos, el Halcón se jugaba un partido de seis puntos contra nosotros, Unión tenía la chance de meterse al lote ante el inestable Sarmiento y Gimnasia, de ganar, se acercaba con peligro. Era una fecha para jugársela entera, para mantener la distancia o, de fracasar, para juntarse en una montonera dura.
En todo este marco, media hora antes del partido, nos enterábamos que Pellegrino utilizaría un mix para el torneo local guardando lo mejor para el partido de mañana ante Banfield. ¿Mi reacción? Palpitaciones. Pocas veces, en este proceso del Flaco de Leones, estuve de acuerdo con el. Sus planteos, su manejo de grupo y algunas decisiones a nivel estratégico siempre se encontraron contra mi lógica e hicieron que nunca me haya terminado de subir a la Longanizeta con decisión y obviamente, este, no iba a ser el caso. Escolacear una fecha clave, en un torneo donde los grandes están muy bajos, y la mayoría de los equipos no tienen un nivel estable, me parecía un pecado, mas teniendo en cuenta que esta plaza a jugar mañana, manteniendo el nivel y el proceso, es fácilmente alcanzable por cualquier otra vía. Pero no, el Flaco elije y, respect, no falla.
Y además no es que te la hace fácil eh, porque en algún momento del primer tiempo, al igual que con el Rojo, firmaba el empate con sangre, incluso lo pedí mas que con los dirigidos por Pelusa, porque Defensa no solo mereció la ventaja, sino que por momentos también pensamos que se venía otro papelón. El gol de Benítez no solo mostro todas las debilidades que tiene Vélez en defensa, sino que abrió las puertas a un dominio abrumador de los locales que terminó con el final del primer tiempo, un final esperanzador porque la expulsión Enzo Fernandez nos mostraba un poco de luz al final del camino.
El inicio del segundo tiempo mostró a un Vélez más protagonista pero que tampoco pudo plasmar la superioridad numérica. Tan es así que Defensa tuvo un par de contras y no se amilano ante la falta de un jugador y cuando parecía que Vélez se plantaba y se exponía a las contras de los de Beccacece, Amor (de nefasto partido) es expulsado correctamente. Todo siniestro y el interrogante planteado, pre partido, por este humilde servidor se hacía realidad. Pero Longaniza tiene aura, tiene mística, o simplemente, es un tipo afortunado. Con la salida del zaguero fortinero, el equipo se paró mejor y encontró espacios adelantando las líneas varios metros. Los volantes tuvieron mas espacio y tras una habilitación hermosa de Centurión, Almada llegó al fondo y puso un centro rasante para la entrada de Tarragona que selló el empate. Golazo de Vélez y otra vez en partido. Y no solo se metió en partido, sino que entro en un palo a palo infartante donde el Fortín contó con las mejores opciones y lo que parecía ser una goleada en contra en la primera mitad se transformó en la bronca de no haber podido sumar de a tres.
Esto es el Flaco. Es sumar, mantener la punta y rescatar partidos adversos. Es empatar cuando todos empataron y sostener una fecha mas la distancia entre la gran mayoría (sin contar al Granate) demostrando que puede manejar ambos frentes con el plantel que tiene.
Podes estar o no de acuerdo con el, te pueden gustar algunas de sus decisiones a nivel planteo o estilo de juego o de manejo de grupo; pero la única realidad es que los números mandan y que Longaniza está lejos de ser un DT poco eficiente y aunque, seguramente, en algún momento venga alguna derrota, lo de Pellegrino es para sacarse el sombrero.

Foto: Sitio Oficial Vélez Sarsfield
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