La victoria de ayer ante Huracán por 2 a 0 nos dio aire. Aire para pensar, aire para tomar decisiones, aire para planificar, pero por sobre todo, nos dio aire para respirar.
Era una rosca atrás de la otra y haber ganado, con autoridad, nos hizo levantar la guardia y, por sobre todo, nos sacó una sonrisa cuando los casos y el caos nos volvían a dejar adentro para cuidarnos.
Y para ser fiel a la verdad debo reconocer que Vélez ganó bien. ¿Se lució? ¿Fue una máquina? Para nada. Lejos de ser un equipo avasallante, el Fortín, al menos, buscó ser protagonista y trató de buscar circuitos de juego que quiebren el cerrojo defensivo que planteo Huracán desde el minuto 1. El primero tiempo, poco entretenido, mostró dos actitudes distintas donde Vélez se mostró mas positivo al arco rival y otra distinta que tenía a Huracán expectante esperando alguna contra. En ese marco, y sacando algún intento individual de un mejorado Almada, la primera mitad se fue sin pena ni gloria, pero con mucho roce y juego físico, lo que siempre se espera de este partido.
Pero el segundo tiempo nos iba a despertar con rapidez. Almada encaró al arco y Yacob lo bajó de atrás y tiro libre que, con una pegada fantástica, Mancuello cambió por gol para poner al Fortín en ventaja. Desde allí Vélez negaría las buenas intenciones del primer tiempo para ponerse el overol y pelear el trámite replegándose en demasía. El gol apagó las intenciones ofensivas de Vélez y Huracán adelantó las líneas buscando ser más punzante pero llevaba poco riesgo a un Hoyos que hizo vista en un travesaño pero que tampoco sufrió horrores. Los últimos innecesarios 10 minutos de asedio visitante se terminaron con una córner que Meza vino a buscar para el empate, pero tras un pinball en el área y una pifia casi amateur de un rival quemero, Almada metió quinta para habilitar a Lucero quien complemento la corrida de Thiago con un pase al solitario arco de Huracán. Un cierre hermoso, la frutilla del postre para una victoria que se necesitaba.
¿Polémicas? Se las dejamos a la gilada.
Lo importante es saber, entre restricciones, cambios de cancha o posibles planteos, que Vélez vuelve a jugar la Copa Libertadores luego de una larga e inmerecida ausencia. Esta victoria debe potenciar los ánimos para el partido del martes, porque Vélez no solo merece aire, también merece gloria.
Foto: Sitio oficial Vélez Sarsfield.