ALTURA

Rodrigo Javier Martínez, 30-04-2021
Si, soy masoquista. Me traigo a la memoria lo que sufrí el martes y justo antes que juegue nuestro querido Fortín
Pasé este tiempo meditando, sé que mis lectores me estaban esperando (?), pero a rigor de la verdad mi nivel de profesionalismo se ve sumamente afectado por mi ánimo y lo cierto es que el golpe recibido en la altura de Quito fue demasiado para mi esperanzada alma. Y ahí me voy retrotrayendo a antes del sorteo de la Copa donde todo era alegría por volver a ser. De acá en más el derrotero fortinero no nos dio tregua. La suerte no fue digna y el grupo fue duro, pero si afinabas la punta del lápiz podíamos soñar. Luego vino el Flamengo y otra vez se dio un mix de sensaciones, la famosa derrota digna que este humilde servidor se pasa por sus partes íntimas, chocaba con la certeza de un Vélez que peleo con ganas y armas nobles. La esperanza de dos empates de arranque se esfumaba para darle lugar a otra ilusión: traer algo de la altura de Quito. Y con el correr de los minutos, esa fe, se convirtió en la certeza que Vélez podía dar un batacazo, aunque la realidad fue otra y el denominador común, en estas dos fechas, fue la falta de jerarquía. De soñar a chocarte con la pared de hacer cálculos y rogar por un milagro, de la alegría a la incertidumbre, de la esperanza al miedo. Contra los cariocas esa falta de nivel se dio en no poder aguantar a un rival superior y contra los ecuatorianos se reflejó en la falta de gol y en los continuos errores que sufrimos en la fase defensiva.
La única realidad es que Vélez no estuvo a la altura, y no lo digo por los 2000 metros de Quito, sino que lo digo por la falta de ese plus que tiene que tener un equipo en el plano internacional. Solamente se vio ese extra en Gianetti, Caseres y Almada, este ultimo de excelente partido contra la Liga, haciéndose cargo de la pelota, de empujar y de desequilibrar. ¿Alcanzó? Para nada. Vélez es un cumulo de jugadores faltos de roce internacional, experiencia y ganas de renovar contratos. ¿Porque siguen jugando? Abram, Ortega y Galdames no solo tuvieron partidos espantosos, sino que aparte, siguen sin regularizar su situación contractual y esa tensión seguramente se vea reflejada en el campo de juego donde la Liga anotó dos goles siempre aprovechando el sector izquierdo de una defensa que retrocedió mal, marcó mal y entendió, también mal, el partido. ¿Pero fue tan siniestro lo de Vélez? No, pero nuevamente caemos en el mismo análisis, la falta de jerarquía. Lucero, de digno rendimiento en los últimos partidos, tuvo 3 situaciones claras de gol que desaprovechó sin ponerse colorado, cerrando su peor partido en Vélez, pero Janson, Almada y Caseres llevaron mucha preocupación al arco local que sufrió los embates fortineros, principalmente, en el primer tiempo, donde, incluso, le anularon un gol lícito a Thiago. El segundo tiempo fue más dramático: cambios tardíos, dos goles en 11 minutos y una derrota inexorable.

Por todo lo antes mencionado: ¿Vélez está a la altura de la Copa? Rendimientos muy volátiles, falta de jerarquía, árbitros que siempre nos perjudican, el único equipo argentino que aún no sumo, seis goles en contra en dos partidos. Es difícil contestar la pregunta anterior sin valorar todo lo negativo que muestra el equipo pero aún hay esperanzas y estamos en carrera con calculadora en mano y con la esperanza intacta, porque al fin y al cabo, con altura o sin altura, la esperanza es lo último que perderemos.

Foto: Sitio Oficial Vélez Sarsfield
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