VOLVER DESDE LAS CENIZAS

Habíamos tocado fondo y todo era sombrío. Habíamos llegado al peor horizonte y no parecía haber una salida. Habíamos llegado al fin, y cuando todo era ruinas, Olimpo nos sacó a flote.
Es verdad, soy un poco cruel ante la remontada de Pratto, la aparición goleadora y hasta aprobable de Ferreira, el gran despliegue de Papa, la vuelta de Cabral a ser manija y otro sobrio partido de Desábato. Pero no hubo mucho más que fechas pasadas y prueba de ello fueron los primeros 19 minutos donde Vélez no pesó y se mostró predecible sin tener peso ni ideas.
Es tambien verdad que el gol de Dominguez cambió todo pero es más real el nivel paupérrimo del rival que quedó demostrado en la salida casi amateur en el gol de Ferreira, y que solo se pudo acercar al arco de Vélez por un error compartido entre Cubero y Sosa que le permitió descontar al cierre del primer tiempo.
En el complemento Vélez dominó, hizo valer la diferencia de jerarquía y siguió desnudando las miserias de los bahienses que defendía en linea, no lograban dar dos pases seguidos y perdían todas las marcas constantemente.
El tercer gol volvió a mostrar esa conexión potable entre los tanques de ofensiva que cerró Pratto con una definición emotiva y contudente. Y el cuarto dejó algo en claro, la única alternativa en ataque que hoy tiene Vélez es Caseres y esto sería un gran acierto al entendimiento del Turu.
Lejos de la punta y de las luces, Vélez se cruzó con el rival indicado para tomar aire y levantarse desde las cenizas de un fuego apagado. El próximo paso es Racing, un rival ciclotímico, que debería ser la medida que el hincha necesita.
Levantarse de las cenizas, y volver a creer en cada uno de los valores de este equipo que necesita volver a creer que puede ser fuego y no cenizas.