SIN LEVANTAR

Rodrigo Javier Martínez, 25-07-2021
Me iba a seguir haciendo el boludo e iba a esperar al miércoles para ver si podíamos cortar la racha pero me arrepentí y acá estoy.
Hablar de lo que pasó la semana pasada en Guayaquil no tiene sentido. El dolor aún persiste y no para de incrementarse cuando apoyamos la cabeza en la almohada y pensamos "que hubiera pasado si...".
Pero el futbol da revancha y hoy teníamos la opción de levantar la cabeza rápido para apuntar los cañones al único frente que nos queda. Muy poco antes del partido las dudas arrancaban con el 11 inicial donde los principales nombres de Ecuador iban al banco. ¿Sin doble competencia valía la pena el descanso? ¿Tan cansador fue el viaje? Nunca lo sabremos, pero la realidad es que el primer tiempo de Vélez fue para olvidar. Rendimientos individuales que no pasaban los 5 puntos y un funcionamiento colectivo inexistente y falto de ideas. Y como si esto fuera poco, Fernández se iría expulsado en una de las tarjetas rojas más cantadas de la historia, por Rapallini y por la falta de oficio de un defensor central que sufrió jugar lejos de la cueva.
El segundo tiempo, con el correr de los cambios y el esfuerzo colectivo, mostró una leve mejoría con un trámite parejo y algún intento de luchar por alguna contra. El tramo final fue una pesadilla donde Central tiró con más profundidad sus últimas cartas y como Vélez vive de su propio sufrimiento, como si pidiera a gritos un tratamiento terapéutico, en el último minuto, y tras un incontable cúmulo de errores defensivos, Vecchio le daría los 3 puntos al equipo rosarino.
La entrega del complemento, que equilibró fuerzas, es irreprochable, pero lejos está de conformar a un hincha que solo se desilusiona fecha tras fecha. Hoy había que ganar, no quedaba otra, sin embargo, seguimos sin levantar y esas pequeñas alegrías a las que nos aferramos, y lamentablemente, nos acostumbramos, cada vez son más lejanas.

Foto: Sitio oficial Vélez Sarsfield.
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