2 DE 9

Nos quedó lejos el miércoles, pero sigue cerca esa sensación de no poder levantar cabeza.
En un día soleado, frío, pero donde febo nos reconfortaba con su presencia era el momento de tener fe y esperanza, el día estaba dado y nosotros siempre confiamos en los colores. Era el momento de sacarse la espina, de sumar de a tres, de sentirse cerca, nuevamente, del semestre pasado. Y Vélez lo entendió porque, mal que mal, fue al frente desde el minuto 1 y tuvo varias chances en el primer tiempo, pero el arco estaba cerrado y ese día soleado, se fue apagando. ¿Se apagó por el correr de los minutos y su natural desenlace en el ocaso? No, se apagó porque Vélez, hoy por hoy, no puede salir de sus propios temores.
Enfrenta había un Halcón desdibujado por sus bajas y salidas, pero siempre prolijo y ordenado, pero, así y todo, le dio la chance a Vélez de tener la pelota y generar peligro, un peligro que con el correr del trámite se fue convirtiendo en un monótono control para terminar siendo una posesión vacua y sin profundidad.
No alcanzó el cambio de dibujo estratégico ni el doble 9, ni el incansable ir y venir de Guidara y Romero. No alcanzó el criterio de Santi y Mancu, ni alcanzaron los pocos intentos de Centu u Orellano. No alcanzo el rendimiento siempre parejo de Lucero o la firme presencia de Gianetti en el fondo. En Vélez, pareciera, que no alcanza nada. ¿Pero no alcanza porque falta o porque no se engrana lo que hay? Quien sabe. El Mundo Vélez es un sinfín de rumores, peleas, grieta y desconcierto. La CD es objeto de críticas al igual que un cuerpo técnico que más que hacedor de errores, me parece víctima de todo un entorno enrarecido y lleno de intereses.
Esto es Vélez hoy. En solo dos meses el castillo de naipes se derrumbó y el proyecto que parecía ambicioso y próspero se transformó en días grises y llenos de caras largas. Otra vez se derrumban cosas, pero siempre se derrumba la ilusión nuestra, la de hincha, que, a pesar de todo, se sienta a alentar al Fortín a la distancia, incondicionalmente y lleno de fe. En Tucumán hay que honrar ese esfuerzo, cueste lo que cueste.

Foto: Sitio Oficial Vélez Sarsfield