La única frase que teníamos en mente en el comienzo de cada uno de los últimos partidos era: ¡¡Hagan un gol!! Después vemos si se gana, se empata o se pierde. Pero Vélez tenía que hacer un gol porque los verdolagas nos estaban mirando de reojo, con su mancha de record negativo sin convertir, a la que El Fortín se acercaba peligrosamente cada semana.
Enfrente estaba Lanús, segundo en el torneo y con chances de llegar a la punta si ganaba en Liniers. No estaba fácil. Pero cuando lo estuvo tampoco pateamos al arco, entonces en ese contexto todo era incertidumbre.
El equipo salió a jugar con los mismos nombres que venía mostrando y antes de los 15 minutos los “Olímpicos” armaron una jugada hermosa. Almada la filtró para Ortega, que de primera metió el centro para que entre solo Bouzat y la mande adentro después de 649 minutos. El debilucho Bouzat, que contra Lanús se transforma es Superchiqui, cortaba la racha y traía calma a nuestros corazones azules y blancos.
Pero la calma duró poco porque el granate reaccionó, empezó a presionar alto y ya no dejó jugar a Vélez en todo el primero tiempo. Acosta perdió un gol increíble bajo los tres palos y El Fortín se salvó más de una vez de irse al entretiempo con algún gol adentro. Pero eso no ocurrió.
En el segundo se salió a jugar como al inicio y el equipo construyó otra jugada casi calcada al gol del Chiqui. Esta vez Lucero la paró y abrió para Poblete (entró por un flojo y amonestado Mancuello) y éste, de primera, envió el centro preciso para que Thiago la clave de arremetida, decrete el 2-0 y lo grite con los compañeros mirando de reojo a Batista.
Esta vez Lanús no tuvo reacción y Vélez siguió dominando el trámite. Luego de un córner jugado corto para Thiago, llegó el centro que encontró la cabeza de Santi Cáseres, sí, de Santi Cáseres que ya estaba haciendo un partidazo y lo coronó con su primer gol en primera división. Y no fue el único. Panchito Ortega también inauguró su cuota goleadora marcando el cuarto, desde el borde del área, con un remate bajo de derecha al ángulo, inalcanzable para el arquero Acosta. Un minuto entes había descontado Lanús con un golazo de chilena de Belmonte que nos llenó de dudas, recordando la remontada de Barcelona por la copa. Pero apareció Ortega y volvió a traer la calma.
Quedo tiempo para que el granate salga jugando del fondo y haga “Un Vélez” y en un error, Poblete la robó y la cedió para Centu que volvió de la suspensión y entró reemplazando a Janson. Ricky la cruzó a la derecha de Acosta y marcó el quinto. ¡EL QUINTO!
“¡Hagan un gol!” les pedimos. Solo eso nos hacía felices esta tarde de sábado y los pibes hicieron cinco. ¿Qué pasó? ¿Qué cambió? ¿Era tan fácil? ¿Será que el ángel Bassedas trajo buena energía y el equipo se contagió? Ojalá.
Falta mucho, seguimos abajo y esto fue una hermosa reacción. Se viene el globo entre semana y el deseo de seguir por el camino emprendido. Como decía Carlitos… ahora hay que PROVAGAR.
Nota: Gerardo Chiabrera
Foto: Sitio Oficial Vélez Sarsfield