ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO

Rodrigo Javier Martínez, 19-10-2021
Que poca prensa tiene este discazo de Rata Blanca, pero hoy me sirve para poder hacer un comparativo entre lo que paso en Rosario y lo que pasó, hace escasas horas, ante el Arsenal de Damonte.
Vélez toco el cielo con las manos en Rosario. Dio una clase magistral de jerarquía y disciplina táctica ante un rival con experiencia y que, de local, se estrenaba ante su gente luego de un año y medio sin verse cara a cara con el mundo leproso. Era una parada brava, se sabía de antemano, pero Lucero abrió rápido el marcador. Por izquierda Janson pensó, Ortega pasó como un rayo y tiro un centro que La Cabra cambió por gol con un cabezazo certero. Un golpe duro que el local no pudo asimilar y que le permitió al Fortín dominar el trámite, pero sin poder cerrar el resultado. A Falta de 8 minutos Mulet, en la banda izquierda, perdió una pelota, pero presionó para recuperar forzando un pase atrás que Tarragona intercepto y cambio por gol con un tiro milimétrico al segundo palo de Aguerre. ¿Vélez definía el partido? Mentira. En el alargue Newells descontó y el minutos adicionados fueron un parto, con subida de Aguerre en un córner incluida, que terminó con una sonrisa que merecíamos sin penurias ni pesares.
Vélez bajó al infierno el sábado. Si, soy exagerado, lo se. Pero mi nivel de expectativa era alto. Antes de Boca, nuestra cruz, venían dos partidos claves en muy poco tiempo: contra los del viaducto y contra los santiagueños. Ganar los seis puntos nos permitía tener una chance seria de descontar. Taieres visitaba el Cementerio y River tenía clásico, a lo que hay que sumar que la próxima se cruzan entre ellos. Era clave ganar, pero no se ganó. Otra vez bajo el apoyo incondicional de la gente, el Fortín jugó un partido calco como el primer tiempo contra el Rojo. Como si el escenario y la algarabía fueran contraproducentes para este equipo que, nunca me voy a cansar de repetirlo, carece de ese fuego sagrado que tienen los planteles campeones, Vélez salió a la cancha para hacer poco y nada. Contra el Rojo hubo reacción y goles, contra Arsenal no pateamos al arco. Ni siquiera pudimos poner contra las cuerdas a un equipo que
no se animó a ganar, pero que peleo duramente por no perder, y en esa pelea, Vélez no hizo pie, no se animó, no lo jugó.
Ahora se viene Central Córdoba y la imperiosa necesidad de sumar de a tres para que la General no nos trague y para llegar al 24 con el pecho inflado y la frente alta, porque con Boca, hay que dejar todo y más. No se negocia otra humillación, porque en Santiago podemos volver a tocar el cielo con las manos, confío plenamente en ello, pero me niego a golpear las puertas del infierno el domingo, este equipo no se lo puede permitir, se lo debe a su gente.

Foto: Sitio oficial Vélez Sarsfield