No les voy a mentir. Sabía que el empate no era lo optimo de cara a entrar entre los 4 primeros, pero viendo la enfermería del club, un Hospital de Campaña en Kiev, firmaba con sangre sumar de a uno. Pero luego te enteras de que el rival se guarda sus figuras para la Copa Libertadores y de pronto te sentís un poco en partido. De aquella sensación de abismo y sentirse en juego el cambio es terrible. Ni les cuento cuando el primer tiempo de Vélez tuvo a los piVes como abanderados y a Pratto y a Janson metidos en ataque con oficio y experiencia. De firmar un punto a ilusionarnos con sumar de a 3 cuando Janson cambiaba un jugadón por gol. Pero no todo era color de rosa ya que Vélez carecía de equilibrio y quedaba expuesto con un Estudiantes que era bastante directo. Esa exposición provocó la amarilla a Garayalde que, amonestado, fue el primer cambio de un DT que está en la polémica. Los cambios se demoraron, pero cuando miras al Banco ves juventud o variantes que no rinden. Por otro lado, se retrasó inexplicablemente y dejó que Estudiantes, ya con sus titulares en cancha, nos ponga contra las cuerdas y finalmente, el empate que firmaba con sangre, como quien te pega un bife de humildad, se te hace realidad ¿Es Pellegrino víctima de un plantel corto y de bajos rendimientos o es victimario de un ciclo cumplido?
Duele ver como se esfuma una victoria clave, pero reconforta ver la entrega de los pibes. Duele ver como las chances se van reduciendo, pero reconforta saber que cuando hay que dar la cara, los pibes están. Hay que seguir ese camino, ser un poco más valiente y recuperar el hambre de querer ganar algo.
Foto: Sitio Oficial Vélez Sarsfield