DUELE

Rodrigo Javier Martínez, 08-04-2022
Vélez duele y es inexplicable. Tan inexplicable es que cuando intentas darle una lógica a todo esto más te embarullas y más loco te volvés.
Duele porque fue debut copero, con toda esa ilusión que nos remota a la época dorada, y de repente cuatro bofetadas de realidad nos dejaron ver que lejos estamos de aquel pasado glorioso. Y también es inexplicable porque si alguien te decía, al terminar el primer tiempo, que Vélez no solo merecía el empate, sino que también podría haberse ido en ventaja o caer derrotado por goleada, le tenías que creer.
Duele porque no se jugó tan mal, pero se pecó de ingenuo e infantil en muchos tramos del partido, pero también es inexplicable jugar una fase de Copa Libertadores con un técnico interino.
Duele porque hasta los más rendidores fallaron, pero también es inexplicable como se desarmó el plantel dejando una sangría de jerarquía.
No hay que avergonzarse si Vélez duele, pero tampoco hay que dejar de pedir explicaciones. Hay que alentar en las tribunas sin cesar, pero sin dejar de lado la responsabilidad que tenemos como socios.
Vélez tiene que dejar de dolernos y empezar a disfrutarlo.

Foto: Sitio Oficial Vélez Sarsfield
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