CAIDA LIBRE

Rodrigo Javier Martínez, 23-04-2022
No recuerdo momento de Vélez que sea tan frustrante.
Tercer partido al hilo que arranco con la misma frase. Pero lo de frustrante ya le da paso a la calentura, a la indignación, a la tristeza, a cualquier sentimiento que nos destruya desde adentro.
Vélez es un equipo cuyo mayor logro, en estos últimos meses, fue tener un buen primer tiempo. Nada más. Y el miércoles le alcanzó con 15 minutos para demostrar su superioridad y plasmarlo en el primer gol del partido. ¿Dije gol? Me quedé corto. Un golazo de Luca Orellano para poner el 1 a 0 y pensar en tratar de mantener el orgullo intacto hasta la última fecha.
Pero de la misma manera que en 15 minutos mostró algún tipo de funcionamiento, en el resto del partido se fue desdibujando para ser sometido por un equipo de tercera línea, con algo de oficio y muy poco de todo.
Eso es Vélez, un conjunto de voluntades, con algún que otro destello, y con muchas falencias. Falta jerarquía, falta estado físico, falta una idea de juego, falta un plan, faltan ideas en el desarrollo del trámite y sobran errores de desarrollo y de concepto.
Vélez es un corso a contramano y pareciera que la caída libre no tiene fin. Y como no alcanza que te gane Central Córdoba de local o que el DT meta mano para perder el partido, además de todo eso, nos encontramos con imágenes dantescas, declaraciones sobradas y un presente que está lejos de representar nuestro leitmotiv.
Aunque nos duela, hoy, Vélez está lejos de ser un gran club y muy cerca de ser lo mismo que siempre evitamos ser.

Foto: Sitio Oficial Vélez Sarsfield
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