PAZ

Rodrigo Javier Martínez, 03-05-2022
Fue un partido raro. Desde la previa, con una tensión extraña en todo el Amalfitani, consecuencia de una semana de cruces internos, y hasta el pitido final. ¿Por qué raro al final? Porque ganamos. Entre tanto masticar caca y angustiarnos por nuestro Mundo Vélez nos habíamos olvidado lo que era disfrutar tres puntos, incluso aunque sirvan de poco y nada.

No fue una gran victoria, de hecho, fue compleja, porque dimos vuelta el resultado tras otro arranque dubitativo y porque terminamos sufriendo un partido que no supimos cerrar. Defensivamente el equipo sigue en deuda. Gómez cometió su primer error desde que debutó y Tigre lo cambio por gol al minuto 23. El joven defensor, de enorme presente, perdió una pelota en la franja izquierda y Colidio se fue al gol. Pobre Valentín defiende solo y cuando se equivoca termina en gol, cosa que es lógica si la defensa se sostiene en un solo jugador, incluso juvenil.

Pero la cara larga duro poco… o no. Florentín se encontró una pelota en el área, tras una buena jugada de Janson, y empató el partido para dedicarnos un Topo Giggio, algún insulto y el desprecio a una pueblada que no merece masticar mas mierda. Rápidamente, uno de los culpables de la derrota por Libertadores y autor de innumerable cantidad de goles errados, pidió disculpas tras el reto de Pratto y otros compañeros. Vélez es esto, una falta de respeto constante a su gente.

En 14 minutos, luego del gol del ignoto volante paraguayo, Vélez se puso 3 a 1, con un gol de Janson de penal y un golazo de Fernández que se animó desde afuera a probar el arco visitante. El complemento nos mostró un tramite parejo donde Vélez se replegó y sufrió, otra vez más, la falta de estado físico, pero se encontró con un Matador tibio y falto de ideas que llegó al descuento a falta de pocos minutos.

A pesar de las incidencias y todo el ambiente enrarecido, El Fortín corto su derrotero trágico de cara al duelo clave contra Bragantino. Ya afuera de los playoffs de la Copa de Liga la victoria del sábado es nada más, y nada menos, que un espaldarazo para ganar confianza y romper varios maleficios.

Pase lo que pase en estos días, luego de tanta tristeza y tanta angustia, sentir un poco de paz, es reconfortante, pero, aunque la calma nos de tranquilidad y confianza, el jueves este equipo se juega su última carta… hasta este jueves, disfrutemos de este pedacito de paz.

Foto: Sitio Oficial Vélez Sarsfield
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