FINAL COPA DE LIGA

A la distancia me sigue haciendo ruido ese "quedamos a dos puntos".

La victoria ante Colón en Santa Fé nos dejó 3 puntos que nos interpelaron de manera brutal. ¿Está bien decir que quedamos a dos unidades cuando matemáticamente, dos fechas antes, estábamos fuera de toda pelea por formar parte del playoff final? ¿Hubiéramos ganado los últimos dos partidos si entraba una de las 10 jugadas de riesgo que tuvimos ante Barracas Central? Quien lo sabe, nunca me gustaron los supuestos, aunque siempre es un lugar muy común en el caemos con total facilidad. La realidad es que el análisis es mucho más profundo.

Vélez navegó la misma mediocridad que navega el futbol argentino y me parece el pensamiento más acertado viendo como finalizó esta novela. Con un poquito mas de suerte o con un poco de planificación y decisiones acertadas hubieramos visto estas etapas finales como protagonistas y no como televidentes, porque la verdad es que Vélez tiene para estar entre esos 8 equipos, pero le falta en el conjunto para sentarse a debatir en cualquier mesa. Falta unidad, lógica e incluso falta la certeza de saberse un equipo con historia. A Vélez se lo comió el presente y no logro darse cuenta que con poco se podía hacer mucho y así en varios planos del aspecto institucional.

¿En que fallamos? Me gustaría tener una respuesta para tanto sufrimiento, pero así y todo, la gente llenó micros, agotó pasajes de Buquebus y Colonia Express, y llegará en autos y colectivos de linea para estar junto a un equipo, que dio poco, pero se juega la ropa en Montevideo. Vélez es un canto constante a renovar su historia y a pesar de su presente, la gente dignifica su pasado y su futuro. Los pibes, como Osorio, que pusieron la cara en el Cementerio, sostienen la fe que mantenemos.

Porque el hincha es así, a cambio de nada, deja todo... y siempre eh, los de afuera, que la cuenten como quieran.

Foto: Sitio Oficial Vélez Sarsfield