Después de una semana donde sonaron nombres de tipo y viabilidad para reforzar a Vélez de cara a la próxima llave de Libertadores, la rutina del torneo local nos devolvió a la realidad: Muchos de los mismos de siempre sin ninguno de los nuevos salieron a jugar en una bucólica tarde de Florencio Varela.
¿Que decir del partido? Fueron 85 minutos a tono con la tarde: grises como el cielo, desafinados como las trompetas de la tribuna local, ordinarios como la estética del impresentable entrenador rival, un ejercicio absolutamente soporífero que llevó a quien a escribe a replantearse de lo hecho con su vida para tener tanto tiempo disponible para ver eso. Y pasó todo al final: Un gol que parecía que no iba a llegar fue secuestrado por el Var, un error de Gómez imposible de ignorar le dio una chance muy difícil de rechazar a Uvita Fernández y un zurdazo indefendible de Garayalde que le dio un punto a Vélez cuando todo hacía pensar que el partido estaba perdido.
Lógicamente, es difícil rescatar individualidades cuando el equipo juega como jugó el sábado y queda expuesta la falta de profundidad en el plantel. También es justo destacar que cuando dos equipos priorizan presionar puede salir un partido como este. Pero lo mas importante es la disyuntiva que Vélez enfrenta. Siempre pedimos jerarquía, pero también queremos a los pibes. El error de Gómez nos obliga a darle un sentido mucho mas literal a la expresión de “bancar a los pibes”, aunque también pudimos apreciar el esfuerzo de Osorio y alguna que otra pincelada de Fernández.
El oasis del fin del ciclo Vaccari parece un recuerdo lejano, pero el sentido común invita a esperar a Medina. A uno le gusta pensar que uno lo aplica a rajatabla en su vida diaria, aunque también sabe que el fútbol lo pone un poco (bastante) pelotudo. La cuestión es determinar cuales son los tiempos. Los partidos pasan y el compromiso del equipo parece estar ahí, pero el juego no. Las inversiones en el equipo afortunadamente están llegando porque este equipo de Vélez debe atender lo urgente y lo importante. La Libertadores está a la vuelta de la esquina, pero en el horizonte también están la siempre esquiva Copa Argentina y una tendencia que revertir en el torneo local de cara a vivir mas noches como la del miércoles en 2023.
Foto Sitio Oficial Vélez Sarsfield