Es difícil comentar un partido que vimos todos. Y más, cuando es el partido con mayor expectativa de la última década. Creo que sólo es superado por el retorno a las tribunas post Covid-19. Y, como sea, esos dos encuentros tienen algo en común. Nos volvieron a juntar. Nos abrazamos, tomamos fotos, compartimos el nerviosismo. Todo, la fila, ver correr gallinas por Juan B Justo, el pancho a 200 mangos. Eso. Juntos. Tus amigos, tus hijos, tu nena, tu esposa, la que te gusto, tu hermano y hasta el señor que dice que si no vende las garrapiñadas se las tiene que meter en el culo. Estuvimos todos.
Primer partido por 8vos de final de la Libertadores, contra un rival que es mejor evitarlo. Pero ahí estuvimos, al pie del cañón como cada vez que el fortín nos necesitó. Como cada vez que necesitamos estar junto al fortín.
“La doncella de hierro. Con forma de sarcófago antromorfo con dos puertas, y con clavos en su interior que penetraban al cerrarlas en el cuerpo de la víctima”
Van 6 minutos, River sale desde su mitad de campo y con buen juego asociado termina con un remate de Fernandez que pasa a centímetros del travesaño de Hoyos. Dos minutos más tarde, Alvarez también prueba su suerte, estaba claro que el equipo del anfibio Gallardo buscaría dominar el partido.
Por entonces River tenía una presión muy alta, buscando el error en las salidas de Velez. Con el correr del primer tiempo, y luego de algunos momentos de tensión, dramatismo y angustia… Velez abandona salir de abajo, ahí las jugadas más claras fueron sólo del Fortin, que tuvo una noche particular, el segundo rebote siempre quedaba para uno de nuestros jugadores. Paz.
Sorpresa en el minuto 13, Janson mete una diagonal (todo un sello personal) buscando el pase de Pratto, pero Martinez opta por patear el gemelo de nuestro goleador, tremendo, penal. Lo patea el mismo Janson, que ejecuta esquinado a la derecha, abajo, y la tribuna revienta. Nos Abrazamos, gritamos hasta la afonía. La tribuna repite como un mantra “el que no salta se fue a la “B””, obligando al puñado de gallinas coladas a tener que autoflagelarse al ritmo de Velez.
El cepo o brete. El reo era aprisionado sobre una tabla por los pies y las manos para ser exhibido sobre una tabla en la plaza pública, donde recibía desde golpes o quemaduras hasta bofetadas. Era embadurnado con heces y orina, además de otras «perrerías»
Minuto 22, Claus decreta un tiro libre para river, lo patea Álvarez, creo que yo lo podía patear mejor. La inmediata respuesta es un centro pasadito de Ortega que recibe Bou y devuelve al medio donde no logra llegar Janson. Velez insinúa, tiene poco la pelota, pero hace más daño.
Cinco minutos después, Bou recibe un pase perfecto de Janson, no logra sacarse de encima a Fernández, la pelota va a un corner intrascendente.
Minuto 29, la más clara de River. Romero recibe un pase en profundidad perfecto, y Gomez, que ya estaba amonestado, logra incomodar al delantero de forma lícita. Buena reacción de Hoyos que gana el mano a mano. En el minuto 40 otra clara de River, Ortega y Gomez se chocan, dejando a Paradella sólo rumbo al arco, descarga con Alvarez que estaba en el centro de la medialuna y tira a colocar. Reacciona Hoyos, su mejor noche. Parado donde tiene que estar, atajando sin su típicos “dos tiempos”.
Claus ya no dirige, alienta a que River pegue, a cortar la poca posesión de pelota que tuviera Velez. Por momentos es frustrante. Generalmente es indignante. Fin del primer tiempo.
“El toro de Falaris. Atribuido a un tirano de Sicilia en el año 554 antes de Cristo, se introducía al ajusticiado en una efigie de bronce hueca y con forma de toro, que se colocaba encima de una hoguera, por lo que el astado se transformaba en un ardiente horno que hacía bramar a la víctima al ser quemada”.
Hurín: - “Mirá zurdo... una bandera de Casanova y, al lado, La Tablada”
Zurdo: - “esta es mi villa”.
2 minutos del segundo tiempo, River se vino con todo, Mamana presiona y gana contra Ortega, descarga con Quinteros, que tira un centro que cruza todo el arco. Zafamos.
Minuto 7, Jara que venía haciendo un partidazo recupera una pelota en mitad de cancha, de ahí Bou que se asocia con Orellano, y éste pibe mete un pase en profundidad a Pratto, que a pesar de tener más años que la deuda externa argentina, se las ingenia para correr cuanto haga falta, llega con lo justo al achique de Armani, cierra la jugada punteando la pelota. Se va muy por arriba.
La silla de interrogatorio. Con la víctima al natural, sin más ropajes que su piel, era colocada en un sillón con cientos de puás de hierro, pinchos que se clavaban en el cuerpo y que podían convertirse en un calvario aún mayor cuando eran calentados por una antorcha. La electricidad hace hoy dicho efecto...
River empieza a meter cambios a los 15 del segundo tiempo, y los jugadores frescos marcan una diferencia. Velez deberá reaccionar y proponer sus cambios. Mientras tanto, Velez seguía teniendo las jugadas más claras. Ahora Pratto se escurría por la izquierda y malograba en las manos de Armani una pelota que no se supo si era un centro o un remate.
20 del segundo, Martínez le da con un hacha a Orellano, Claus que en este momento ya era un payaso, deja seguir la jugada. Martínez patea una desgracia.
25 minutos, Fernández va tirando bicicletas como la Fundación Eva Perón, bici para acá, para allá, pase atrás a Jara, y sale un centro al segundo palo que Osorio no pudo definir a un metro de la línea. Velez hace doler en cada golpe.
Minuto 30, creo, Pelotazo de Jara, el Oso corre con la pelota hasta el borde del área grande, y pasa al centro donde Osorio gana la posición y remata. Un mano a mano con Armani donde ganó el arquero, todo mérito suyo. La pelota, la definición y la posición de Osorio eran buenas, el arquero (desplazado por el dibu Martínez) fue mejor.
La jaula colgante. Horroroso método que nos recibe en los jardines de El Solar de Santillana. La víctima, desnuda, era encarcelada en estos hierros y colgada. Hambre y frío, sed y quemaduras en verano, los cadáveres se dejaban a la vista del público hasta el desprendimiento de los huesos.
A esta altura Claus estaba para cabecear un centro que él mismo inventaría en favor de River.
Quedan 6, Osorio guapea para recuperar la pelota, gana, y descarga con Janson. La tribuna explota. Gol!, pero anulado por offside. Tan cerca por favor.
Minuto 86, homenaje de Aliendro a Iván Bella. Emotivo momento.
Minuto 97, Osorio se lleva puesto a todos por izquierda, remate por arriba de Armani y salva a river el travesaño. Que desgracia, era perfecto.
Final, ganamos. El estadio es una fiesta, los pibes de Velez demostraron coraje como pocos, los viejos demostraron su jerarquía. Pocos puntos flojos, buenos cambios del Cacique Medina. Velez va bien parado al Monumental. La serie sigue abierta, no porque hicimos las cosas mal, al contrario, fue por mérito de la suerte, el árbitro y Armani, porque fue un partido para ir 2 o 3 goles arriba en la serie sin exagerar. Velez hoy demostró que puede apabullar, espero, ruego, que la semana que viene siga en la misma sintonía y no se trate de un espasmo. Vamos Velez que tenemos que ganar.
La cuna de Judas. «Este procedimiento prácticamente no ha cambiado desde la Edad Media hasta nuestros días. La víctima es izada y descendida sobre la punta de la pirámide, de tal forma que su peso reposa sobre el punto situado en el ano, la vajina, bajo el escroto o bajo el coxis»
Se preguntarán que son esos encomillados inconexos en el cuerpo del texto. Bueno, creo firmemente que debemos torturar al árbitro que nos vaya a dirigir. Largarlo 10 minutos antes del partido y decirle “de vos depende volver o no”.
Foto: Sitio Oficial Vélez Sarsfield