OTRA VEZ

El domingo fuimos felices.

Y repito lo que dije unos días atrás cuando eliminábamos a River de la Copa, anteayer fuimos felices otra vez. ¿Dirán que festejo un empate? ¿Dirán que me conformo con poco? Dirán lo que quieran decir, pero lo importante es que fuimos felices, porque más allá del resultado el Amalfitani volvió a ser una fiesta, porque estuvimos a la altura y porque peleamos hasta el último minuto siendo el equipo grande, esa felicidad no te la quita nadie.

Y yendo al plano futbolístico se dio casi el mismo partido que se dio en la ida por la Copa. Un River que presionó alto y fue punzante y un Vélez que con el correr de los minutos se hizo fuerte y empezó a pelear el partido de igual a igual. Incluso metimos un gol de penal, pero la diferencia vital fue que el visitante, mucho mas certero, metió las dos chances de gol que tuvo y el Fortín se fue en desventaja al vestuario.

El segundo tiempo también tuvo el mismo sello que la Libertadores y El Fortín fue amo y señor en todos los aspectos. El ingreso de Caseres fue relevante en todo sentido. Santi manejó con más claridad la salida y adelantó el equipo en el momento indicado, aparte la fuerza de Osorio y la desfachatez de Fernández hicieron terminar de convencer a River que su negocio era aguantar y hacer tiempo.

Y bajo el aliento constate y una entrega irreprochable, Vélez fue hasta aceptar que el tiempo ya era escaso, pero en la enésima atajada de Armani, en la última arremetida, Caseres la guapeo, tiró el centro y Osorio, en un acto de justicia divina, empatamos.

Lo merecía Osorio, lo merecía Vélez, lo merecía su gente. Otra vez fuimos el equipo grande y otra vez nos hicimos cargo. Hay que seguir por esta senda y mañana, de una vez por todas, ganar para empezar a ser protagonistas.

Foto: Sitio Oficial Vélez Sarsfield