Por si no lo saben el concepto de superhéroe se remonta a la mitología griega y fue adaptando distintas particularidades con el paso de los años y las décadas. Hoy un superhéroe tiene un arquetipo definido y pueden variar sus capacidades y virtudes, pero en la gran mayoría de los casos un héroe tiene dos rasgos distintivos, una identidad secreta y traumas. Vélez es un superhéroe.
De noche, nuestro querido Fortín es un anónimo justiciero que lucha contra el mal de la Conmebol y logra gestas épicas en marcos adversos. De día guarda una identidad alterna y no puede sostener un resultado a pesar de mantenerse en ventajas. Traumas e identidad secreta. Si, Vélez es una suerte de Batman, un tipo apesadumbrado, lleno de cruces, que en su lucha logra mostrar sus mayores virtudes y cuando lidia con su día a día no puede salir de los últimos puestos de la tabla en el plano nacional.
Para Vélez la Liga es la pusilánime identidad que le muestra al mundo, llena de miserias y vergüenzas y la Copa Libertadores es la lucha constante, el sobreponerse y pelear hasta alcanzar el objetivo. Queremos al Vélez de la capa y la máscara, no toleramos más al Vélez enclenque y antihéroe que solo sumo 10 puntos en 13 fechas.
Gimnasia fue un rival duro. Tiene poco e inexplicablemente está segundo, pero conoce sus limitaciones y sabe que fortalezas aprovechar y que debilidades ocultar. Le peleó el partido a Vélez y generó las situaciones más peligrosas presionando alto y jugando abroquelados. El Fortín no pudo salir de ese nudo y no se achicó, pero tampoco tuvo mucho volumen y juego asociado. El Tanque pudo abrir el marcador con un gol que se le venía negando, pero no podemos salir de esa sensación que nunca vamos a ganar un partido que vamos ganando. Y así fue. Al poco tiempo Gimnasia empató un partido que era de “gol gana” y otra vez el comic tenía final con sabor amargo.
Párrafo aparte para otro desastroso arbitraje y si de justicieros hablamos, estaría bueno que esta gente empiece a no ser tan impresentable y entienda que la justicia no es una virtud manipulable. No vaya a ser que los ajusticien a ellos.
Foto: Sitio Oficial Vélez Sarsfield