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Rodrigo Javier Martínez, 06-10-2022
Que increíble es lo del hincha de Vélez. Llenos de memes por el escenario, sin su lugar y comodidad que merece, bastardeado por un ente que autoriza palcos containers y con un 11 totalmente alternativo, estuvo ahí, marchando como un legionario. Sin importar que nada nos favorecía, estuvimos ahí, una vez más.

Pero esta entrega tuvo su premio. Quizás efímero y con gusto a poco, pero con forma de tres puntos más que necesarios para no quedar últimos y para llegar al sábado con algo de fe. Porque hoy la pelea es en el barro, para no perder una cucarda, un logro, y con la seguridad que por respeto al club el equipo tiene que dejar todo por evitar esa última posición.

En la cancha, a pesar de tener un equipo alternativo, el equipo se mostró compacto y aprovechó dos situaciones claves. ¿La primera? Hace mucho que no veo a un Banfield tan flojo. ¿La segunda? Cuando tuvimos que ligar, ligamos y el palo le ahogó el grito a la única situación visitante. Vélez fue más con once y la roja a Benitez termino de sentenciar el ritmo del partido a favor del Fortín. Pero como siempre la pericia del conjunto de Medina se convierte en falta de gol y el dominio se transformaba o en tedio o en situación errada. Pero entro la Pulga Prestianni y minutos después recibió sobre la derecha, midió el espacio y buscó un centro a la sombra que Janson cambió por gol.

El desahogo del final fue emotivo. No se pudo definir el partido y quedó esa sensación, una vez más, que terminábamos pidiendo la hora, pero la necesidad tiene cara de hereje y Vélez fue un justo ganador.

¿Ganar dos partidos seguidos? ¿Derrotar a CASLA en el Gasómetro? ¿Es pedir tanto?

Ya sabemos que este equipo dio pocas alegrías y muchas tristezas, pero llegando al final del camino, poder disfrutar dos semanas seguidas es lo que más nos merecemos.

Foto: Sitio Oficial Vélez Sarsfield
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